SITUACIÓN Y PRINCIPALES RELACIONES ANATÓMICAS
Los riñones están situados a ambos lados de la región dorsolumbar
de la columna vertebral, aproximadamente entre la 12ª vértebra dorsal y la 3ª
vértebra lumbar, situándose el derecho en un plano inferior al izquierdo, debido a la
presencia del hígado. La cara posterior de cada riñón se apoya en la pared
abdominal posterior formada por los músculos posas mayor, cuadrado de los
lomos y transverso del abdomen de cada lado, su cara anterior está recubierta
por el peritoneo, de ahí que se consideren órganos retroperitoneales. A través de la
membrana peritoneal, los riñones se relacionan con los órganos intraabdominales
vecinos.
El riñón derecho se relaciona con la vena cava inferior, la segunda porción del
duodeno, el hígado y el ángulo hepático del colon, con los dos últimos a través del
peritoneo.
El riñón izquierdo se relaciona con la arteria aorta abdominal, el estómago, el
páncreas, el ángulo esplénico del colon y el bazo.
El polo superior de cada riñón está cubierto por la glándula suprarrenal
correspondiente, que queda inmersa en la cápsula adiposa.
MORFOLOGÍA EXTERNA
Los riñones son de color rojizo, tienen forma de habichuela, en el adulto pesan
entre 130 g y 150 g cada uno y miden unos 11 cm. (de largo) x 7cm. (de ancho) x
3cm. (de espesor). En cada riñón se distingue un polo superior y uno inferior; dos
caras, la anterior y la posterior; dos bordes, el externo o lateral convexo y el medial
o interno cóncavo que presenta en su porción central el hilio renal, éste es una
ranura por donde entran y salen nervios, vasos linfáticos, vasos arteriovenosos y la
pelvis renal, estos últimos constituyen el pedículo renal que se dispone de la
siguiente forma, de delante a atrás: vena renal, arteria renal y pelvis renal.
MORFOLOGÍA INTERNA
En un corte frontal del riñón observamos dos elementos bien diferenciados: una
cavidad llamada seno renal, cuyo orificio es el hilio renal y el tejido llamado
parénquima renal, que a su vez presenta dos zonas de distinto aspecto y
coloración: la corteza renal lisa y rojiza, en la periferia y la médula renal de color
marrón, situada entre la corteza y el seno renal.
El seno renal es la cavidad del riñón que se forma a continuación del hilio renal,
contiene las arterias y venas renales segmentarias e interlobulares, los ramos
nerviosos principales del plexo renal y las vías urinarias intrarrenales (ver vías
urinarias): los cálices renales menores y mayores y la pelvis renal, todos ellos
rodeados de tejido graso que contribuye a inmovilizar dichas estructuras.
El parénquima renal es la parte del riñón que asegura sus funciones, está
constituido por las nefronas, cada una con una porción en la corteza y otra en la
médula renal.
La corteza renal es la zona del parénquima situada inmediatamente por debajo de
la cápsula fibrosa, tiene un aspecto liso, rojizo y un espesor aproximado de 1cm.,
se prolonga entre las pirámides formando las columnas de Bertin. En la corteza y
las columnas se disponen los corpúsculos renales y los conductos contorneados de
las nefronas, además de los vasos sanguíneos más finos.
La médula renal es de color marrón y textura estriada, consta de 8 a 18
estructuras cónicas, las llamadas pirámides renales, cuyos vértices,
dirigidos hacia el seno renal, se denominan papilas.
En las pirámides se sitúan las asas de Henle, los conductos colectores y los
conductos papilares, todos ellos conductos microscópicos que forman parte de las
nefronas.
LAS NEFRONAS
Cada nefrona consta del corpúsculo renal y del túbulo renal.
El corpúsculo renal está constituido por los capilares glomerulares alojados en
una cápsula esférica llamada la cápsula de Bowman.
Podemos imaginar la cápsula como un globo parcialmente desinflado en el que se
hunde el glomérulo como un puño, de manera que los capilares glomerulares
quedan rodeados por una doble pared de la cápsula de Bowman, la pared visceral,
en íntimo contacto con la pared de los capilares, que forman la membrana de
filtración y por fuera la pared parietal, entre las dos capas está el espacio
capsular que se continúa sin interrupción con la luz del túbulo renal.
INERVACIÓN E IRRIGACIÓN
La irrigación de los riñones es muy abundante en relación a su peso y se debe a la
función de depuración sanguínea que éstos realizan; las arterias renales derecha
e izquierda son ramas de la arteria aorta abdominal, de la cual se originan a nivel
de la primera vértebra lumbar, al penetrar por el hilio renal forman parte del
pedículo renal (ver hilio renal). Ambas arterias aseguran un aporte de sangre de
unos 1200 ml por minuto, en reposo, volumen que representa entre un 20 y 25 %
del gasto cardíaco en reposo. El retorno venoso de los riñones se produce a través
de las venas renales derecha e izquierda que drenan a la vena cava inferior.
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